La death de la Bourgoise
Últimamente no he escrito nada… y no ha sido por falta de ganas ni de ideas. De hecho la producción del programa de Azufre Rojo que hacemos en Horizon Media ha sido fuente de inspiración para multitud de escritos, ensayos, ideas.
Tuve además hace un par de meses, razones de sobra para haber escrito una y miles de paginas e ideas. No obstante, como siempre lo bueno es madurarlas y dejar que el tiempo…no todo pero algo de él, permita asentarlas.
El caso es que un artículo reciente ha sido el detonante de que me haya decidido a escribir. Escrito por el psiquiatra Anthony Daniels que, puede ser que debido a que tiene el mismo nombre que el actor que dio vida a C3PO, escribe con seudónimo…algo peregrino todo hay que decirlo: Theodore Dalrymple. En un artículo titulado “Beauty and best” (http://www.newenglishreview.org/custpage.cfm/frm/30265/sec_id/30265) habla sobre la falta de técnica de los estudiantes de arte así como de la indolencia que habitualmente se ha hecho dueña de las facultades de artes plásticas.
Esto me ha hecho reflexionar sobre la orientación garantista de nuestras universidades. Garantista en el sentido de que el “leit motif” de nuestras universidades es: un hombre un aprobado. No es que no exista un principio de meritocracia, es que ya ni siquiera la asistencia a clase es un elemento que sirva como calificador. Las universidades se han convertido en guarderías de jóvenes/adultos donde el elemento lúdico es mas importante que el propio trabajo y el aprendizaje de la técnica…en palabras del señor Daniels.
He podido constatar personalmente como esto es así. Lo que es mas terrible, la completa ausencia de interés en mejorar, en desarrollarse pero lo que es peor: en trabajar y en la adquisición de conocimiento. La renuncia al conocimiento.
Entonces pongámonos en ese escenario, en el escenario de la renuncia al conocimiento. Si entonces existe una renuncia tácita al conocimiento ¿cuál es el futuro de nuestra clase media? ¿el futuro de los que habrán de ser los profesionales del mañana? ¿hacia donde va la una vez pujante y líder burguesía Europea? (entiéndase por burguesía el bloque insertado entre las clases media y media alta de nuestra sociedad). De hecho ¿que diferencia puedo encontrar entre un trabajador inmigrante y uno nacional por muy clase media y por mucha carrera que tenga?. De hecho la carrera ya no supone ninguna prueba de su calidad profesional, pues ha vivido el estudiante (o ex -estudiante) en un entorno alejado de la realidad en el cuál no se premia en base a los mismo valores de la vida como son el esfuerzo, el trabajo, la calidad, la implicación etc. sino en base a otros elementos muchos mas subjetivos.
Por ello ¿qué me ofrece un estudiante recién salido de nuestras facultades… nuestras o Europeas, frente a un inmigrante? Nada. De hecho el inmigrante cuenta con una gran ventaja: su iniciativa e impulso para mejorar. Lo ha demostrado con creces y por ello puedo contar con que la implicación en el proyecto sea mucho mayor y las ganas de aprender que se presuponen a una persona que ha tenido los bajos de dejar su casa, su familia, su entorno mas cercano.
Nos encontramos además con la paradoja de que somos un país en crisis y sin capacidad de absorber mas población inmigrante pero que sin embargo va a necesitar de ella para evolucionar y sobre todo: para pagar el sistema de pensiones en el futuro.
Como vino a sugerir Anthony Daniels así como otros escritores ingleses estamos ante la decadencia definitiva de las clases medias debido a la renuncia al conocimiento, hecho diferencial principal frente a otras civilizaciones. No es el futbol, ni el Porsche Cayenne, ni el barco con amarre, ni las tetas de silicona, ni el paddel: es el conocimiento. La renuncia a este, su ausencia, nos coloca a mismo nivel de muchas de las civilizaciones y países que tanto hemos criticado. ¿Cuántas veces hemos oído el tópico de “los estudiantes americanos nos saben señalar España en el mapa”? Aganse a la idea de que les hemos alcanzado, y como somos mas papistas que el Papa, puede que incluso les superemos.
Conclusión: ¡¡¡viva la emigración!!!
Tuve además hace un par de meses, razones de sobra para haber escrito una y miles de paginas e ideas. No obstante, como siempre lo bueno es madurarlas y dejar que el tiempo…no todo pero algo de él, permita asentarlas.
El caso es que un artículo reciente ha sido el detonante de que me haya decidido a escribir. Escrito por el psiquiatra Anthony Daniels que, puede ser que debido a que tiene el mismo nombre que el actor que dio vida a C3PO, escribe con seudónimo…algo peregrino todo hay que decirlo: Theodore Dalrymple. En un artículo titulado “Beauty and best” (http://www.newenglishreview.org/custpage.cfm/frm/30265/sec_id/30265) habla sobre la falta de técnica de los estudiantes de arte así como de la indolencia que habitualmente se ha hecho dueña de las facultades de artes plásticas.
Esto me ha hecho reflexionar sobre la orientación garantista de nuestras universidades. Garantista en el sentido de que el “leit motif” de nuestras universidades es: un hombre un aprobado. No es que no exista un principio de meritocracia, es que ya ni siquiera la asistencia a clase es un elemento que sirva como calificador. Las universidades se han convertido en guarderías de jóvenes/adultos donde el elemento lúdico es mas importante que el propio trabajo y el aprendizaje de la técnica…en palabras del señor Daniels.
He podido constatar personalmente como esto es así. Lo que es mas terrible, la completa ausencia de interés en mejorar, en desarrollarse pero lo que es peor: en trabajar y en la adquisición de conocimiento. La renuncia al conocimiento.
Entonces pongámonos en ese escenario, en el escenario de la renuncia al conocimiento. Si entonces existe una renuncia tácita al conocimiento ¿cuál es el futuro de nuestra clase media? ¿el futuro de los que habrán de ser los profesionales del mañana? ¿hacia donde va la una vez pujante y líder burguesía Europea? (entiéndase por burguesía el bloque insertado entre las clases media y media alta de nuestra sociedad). De hecho ¿que diferencia puedo encontrar entre un trabajador inmigrante y uno nacional por muy clase media y por mucha carrera que tenga?. De hecho la carrera ya no supone ninguna prueba de su calidad profesional, pues ha vivido el estudiante (o ex -estudiante) en un entorno alejado de la realidad en el cuál no se premia en base a los mismo valores de la vida como son el esfuerzo, el trabajo, la calidad, la implicación etc. sino en base a otros elementos muchos mas subjetivos.
Por ello ¿qué me ofrece un estudiante recién salido de nuestras facultades… nuestras o Europeas, frente a un inmigrante? Nada. De hecho el inmigrante cuenta con una gran ventaja: su iniciativa e impulso para mejorar. Lo ha demostrado con creces y por ello puedo contar con que la implicación en el proyecto sea mucho mayor y las ganas de aprender que se presuponen a una persona que ha tenido los bajos de dejar su casa, su familia, su entorno mas cercano.
Nos encontramos además con la paradoja de que somos un país en crisis y sin capacidad de absorber mas población inmigrante pero que sin embargo va a necesitar de ella para evolucionar y sobre todo: para pagar el sistema de pensiones en el futuro.
Como vino a sugerir Anthony Daniels así como otros escritores ingleses estamos ante la decadencia definitiva de las clases medias debido a la renuncia al conocimiento, hecho diferencial principal frente a otras civilizaciones. No es el futbol, ni el Porsche Cayenne, ni el barco con amarre, ni las tetas de silicona, ni el paddel: es el conocimiento. La renuncia a este, su ausencia, nos coloca a mismo nivel de muchas de las civilizaciones y países que tanto hemos criticado. ¿Cuántas veces hemos oído el tópico de “los estudiantes americanos nos saben señalar España en el mapa”? Aganse a la idea de que les hemos alcanzado, y como somos mas papistas que el Papa, puede que incluso les superemos.
Conclusión: ¡¡¡viva la emigración!!!
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