Status Quo

Cito directamente de Wikipedia:

“Statu quo es una frase latina, que se traduce como «estado del momento actual», que hace referencia al estado global de un asunto en un momento dado. Normalmente se trata de asuntos con dos partes interesadas más o menos contrapuestas, en el que un conjunto de factores dan lugar a un cierto «equilibrio» (statu quo) más o menos duradero en el tiempo, sin que dicho equilibrio tenga que ser igualitario (por ejemplo, en una situación de dominación existe un statu quo a favor del dominador)”.

Hace poco hablaba con un amigo sobre la dificultad que supone para una micropyme abrirse paso en un lugar tan poco amigo de emprendedores e iniciativas como es nuestro país. Existe mucho lenguaje alrededor del tema de los emprendedores; vacío, retórico y lleno de buenas intenciones pero que realmente se encuentra lejos de la realidad. En Murcia esto es particularmente sintomático, no solo el lenguaje sino también las acciones e iniciativas. Este mismo amigo me comentaba que es precisamente un signo de las economías menos dinámicas: la resistencia a la entrada de nuevos actores. Eso me recuerda a la impedancia de los circuitos cosa, cosa que me costó aprender durante la carrera, y que es la limitación de un circuito al paso de la corriente. Así es, no nos engañemos...salvo honradas (muy honradas) excepciones.

Efectivamente esto es algo que me he encontrado, como emprendedor en Murcia. Yo me preguntaba siempre porqué. Algunas personas, entre ellas una amiga y periodista se quejaba de esto mismo, pero luego me fui encontrando muchos que se encontraban “al margen”. Se encontraban, y encuentran, en una situación similar al ostracismo, alejados o empujados de los círculos y no aceptados en la gran mayoría de los entornos sociales… no rechazados, más bien ignorados. Muchos de ellos, lejos de ser emprendedores, son personas con amplia experiencia profesional pero se hayan en posiciones de cierta indefensión y desplazados de la realidad habitual y de los lugares donde ocurren cosas. ¿Sospechosos de sectarismo político? Tampoco encontré que existiera un común denominador ideológico por el cual hubieran sido defenestrados.

La pregunta no dejaba de rondarme la cabeza. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué existe esta resistencia del sistema, de lo establecido no solo a nuevos entrantes sino a rechazar a determinados caracteres? Bueno “rechazar” no es la palabra, más bien ignorar.

Este verano tuve la oportunidad de hacer una producción en varias localidades de la costa y me encontré con este fenómeno y todavía más acusado. De hecho existía un cierto pacto de Omertá, de silencio, de proteger un secreto común. Había un compromiso tácito, común y silencioso de mantener un Statu Quo. ¿Pero porqué? ¿En base a qué? ¿Qué pegamento unía todo, que narcótico adormecía la voluntad? No entendía.

Entonces empecé a escribir el tratamiento para un guión, ¿título? Paralelo 36. Esta línea es el eje que vertebra el mediterráneo y debajo del cuál se ubica la línea marítima que unía Cartagena, Sicilia y Nápoles. Como resultado de ella tenemos una gastronomía asombrosamente parecida a la Siciliana, Salzillo o apellidos que vemos en la guía telefónica como Musso, Filardi, Lombardo, etc. Pero luego me dí cuenta que esto llegaba más allá y me caí del guindo cuando leí “Gomorra” de Roberto Saviano. En esta obra describe el éxito de la Camorra Napolitana así como de la Ngrandheta Calabresa frente a otras como la Siciliana y la basa no en sus actividades delictivas, sino de en las redes establecidas de intereses, de relaciones, de contactos y dependencias. Como Saviano indicaba en Napoles casi todo el mundo ha trabajado para la Camorra o ha tenido una relación indirecta: un primo que ha trabajado, un primo que les debe un trabajo, un sobrino que tuvo un contrato en un momento dado. ¡Ojo! Nada delictivo, solo relaciones que se van tejiendo y configuran redes de intereses comunes muy difícil de romper para los que vienen de fuera o se hayan fuera del marco de relaciones establecido… fuera del Status Quo. Insisto, no son relaciones delictivas, y de hecho los negocios netamente criminales de la Camorra son un tanto por ciento menor. Muchos de ellos son legítimos pero basados y protegidos por ese Status Quo interno.

Entonces fue cuando todo cuadró.

Mi padre dijo una vez una frase sabia, como tantas de las suyas producto de la ciencia y su contacto con la tierra:

“en esta tierra los negocios son como los perros cuando comen, lo hacen con una pezuña metida en el plato… y ¡ay del que se acerque!”

…y así es, nada de nuevos entrantes, nada de nuevas caras y matenerse en unas líneas de actuación concretas, por todos identificables, por todos admitidas y dentro de los términos.

Este Status Quo constituye un cascarón de protección común, dentro del cuál existe la calma, todos se reparten piezas del pastel… algunas veces pequeñas, pero suficientes para mantenerse todo el año. Todos se conocen, establecen relaciones personales y ha logrado acomodarse en un nicho calentito que les mantiene durante el año. Las administraciones públicas y otras instituciones (públicas y semi-privadas) se aprovechan de esto y promueven los oligopolios que les ayudan a no tener que calentarse la cabeza con nuevas opciones para elegir. El nuevo entrante no es bien venido, pues puede desestabilizar el Status Quo existente o desplazar a alguien que ya hay dentro del corral.

Ahora viene la parte divertida. La crisis a reducido el pastel… y roto el Status Quo, o al menos lo ha resquebrajado. El futuro económico augura una reducción de peso de las administraciones y organismos públicos, además de la desaparición de muchos de ellos, y una reducción considerable del gasto por parte de todos ellos… y al rotura definitiva del Status Quo. Y aquí es donde todas estas relaciones entran en conflicto y se toca a retreta. Aquí es donde se van a ver las caras muchos y donde se redefinirá un nuevo mapa de las relaciones y las personas, su capacidad de iniciativa, de reinventarse, de su dignidad y de compromiso.

La cosa no ha empezado bien pues el Status Quo mencionado garantizaba lo más importante para todos los dirigentes y tomadores de decisiones: la paz social. Hemos tenido manifestaciones multitudinarias y con cierto sabor de sindicato Argentino, la agresión a un cargo público o pintadas en las sedes de los dos partidos en Lorca indicando “que la próxima no serán pintaditas”.

¿Será cosa del paralelo 36º?

Comentarios

José Egea ha dicho que…
Añado un enlace...¿estarén también en el paralelo 36º?

http://www.economist.com/blogs/schumpeter/2011/02/euro-zone_crisis

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