¿Lleva usted cambio?
Que uno de los
iconos de la
filosofía moderna y del pensamiento político de los últimos 50
años diga lo
siguiente no deja de ser, en mi opinión, toda una declaración
de principios
“fuera de la caja”:
“Tengo 76 años, soy de Turín, soy profesor de filosofía y acuñé el concepto de posmodernidad. Estoy soltero, sin hijos. Soy homosexual. Soy anarco-comunista, por cristiano. Soy creyente, soy un cristiano no papista, crítico con la Iglesia autoritarista. Rezo cada noche”
Hace pocos días he tenido la ocasión de estar con Gianni
Vattimo durante una entrevista en
el Parlamento Europeo y me encontré con una persona sana y
fuerte físicamente,
pero sumida en la duda y la contínua pregunta del por qué de
las cosas. En un
momento de una corta conversación que tuvimos tras la entrevista
dijo una cosa
bastante contundente, cuando alguien comentó la evolución de su
pensamiento:
"La estabilidad y la seguridad son conceptos contra natura. Somos seres en continua evolución tanto por nuestra propia naturaleza como por nuestro entorno"
Es
decir,
nosotros cambiamos de forma continua, también lo hace
nuestro
entorno, de modo que conceptos como "estabilidad o seguridad" no
tienen ningún sentido.
Preocupado por el momento en que vivimos, le pregunté que si sabía cuándo saldríamos de la crisis, respondiéndome:
Es que ahí está en parte el error. En pensar que hay un principio y un final de la crisis. En mi opinión crisis es lo que había antes, pues era cuando valores como la codicia, la envidia o el egoísmo, gobernaban la calle y eran dueños de las conciencias de los ciudadanos. Además, de todos y cada uno de nosotros. El acceso al dinero fácil exacerbó estas cosas y la riqueza (que en realidad no lo era) nos llevó a sobredimensionar lo accesorio y olvidarnos de lo importante. Ahora nos encontramos que las cosas vuelven a su orden natural aunque este nunca será el mismo y debemos pensar en que tal vez el tiempo que lleva en que los cambios ocurran sea cada vez más corto
Sin
duda
el consumismo exacerbado y la codicia hicieron que nos
concentráramos en
poseer más allá de lo que nos podíamos permitir. Los bancos
fueron sin duda un
coadyuvante que aumentó esta voracidad y las inmobiliarias
pusieron las casas,
que posteriormente fueron amuebladas por Ikea.
Es siempre interesante cuando alguien, y más una persona que tanto se ha posicionado políticamente como Vattimo, es capaz de llegar a deshacerse de muchos prejuicios para admitir que debemos incorporar nuestra tradición Cristiana como un una ventaja competitiva esencial frente a otras civilizaciones... además de otras contribuciones por supuesto. Son personas nunca necesitadas de un coro de palmeros deseosos de escuchar cliché tras cliché, y multitud de frases prefabricadas puestas una detrás de la otra... perros en busca de amo en definitiva.
Aunque
para conexiones sorprendentes esta la del intelectual italiano
con el cantante de Metallica James Hetfield. Uno a veces
encuentra que determinados valores son compartidos por las
personas
mas dispares y que menos podríamos sospechar como vemos en una entrevista
al
cantante del grupo en la que habla sobre su experiencia como
estrella del rock, las
fiestas drogas y alcohol, pero que en realidad servían para no
ver la realidad
y que llevaban a que “cada día fuera igual que el siguiente”.
Como él dice “ser
padre es ver como cada día es diferente”… y empezar a amar el
cambio y la
evolución como parte de nuestra naturaleza… y nos olvidamos de
esto.
Hemos dejado a un lado la esencia de las cosas para concentrarnos en lo accesorio. Abandonado esos cortos pero intensos momentos que uno detrás de otro nos hacen felices, pues la felicidad no es un
estado sino un
instante que paga por muchos otros, y cuyos destellos son la luz
de la vida que
vivimos, pues la vida es evolución y cambio y por ello,
precisamente, merece la pena ser vivida.
Es el Dios de las pequeñas cosas que, en realidad, son las importantes y que debemos encontrar en cada
momento. Como decía un programa que hicimos en Azufre Rojo sobre la felicidad, este es el objetivo de todo ser humano y, como seres humanos que somos, estamos en continua evolución y, por ello, debemos amar el
cambio y disfrutar esos
momentos que, en definitiva, son la esencia de la felicidad. Gracias señor Vattimo.
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